El Jardín Químico #1: Efímera
Lauren Destefano
Nota chorra: tardé en darme cuenta del detalle de la portada en la que enlazan el pájaro enjaulado con la alianza de boda lol.
Mi amiga del blog La Fabulosa Historia me comentó la existencia de esta saga (y su asequible precio en Casa del Libro, para qué nos vamos a engañar). En el pedido estaba este del que apenas he oído hablar y Fangirl, de Rainbow Rowell (al que tengo unas ganas impresionantes), pero decidí empezar por este.
Mal. Porque solo me pedí el primero y ahora quiero, NECESITO, los dos siguientes.
El mundo ha pasado por una III Guerra Mundial que ha reducido a islotes inhabitables todos los continentes salvo unos pocos lugares privilegiados, como es Estados Unidos (of course). Los avances de ingeniería genética permitieron en su momento crear una generación de personas libres de enfermedades que envejecen maravillosamente libres de dolencias como cáncer o alzheimer. El problema vino con las generaciones subsecuentes: un error ¿genético? de origen desconocido provoca que los descendientes de esa primera generación sufran un "virus" que mata a los hombres alrededor de los 25 años y a las mujeres entorno a los 20. Por mucho que se esté investigando para encontrar una cura, las generaciones nuevas siguen muriendo a una edad temprana.
Rhine tiene dieciséis años y vivía en Manhattan con su hermano mellizo cuando fue secuestrada junto a otras doce muchachas. Tres de ellas fueron elegidas como esposas para el joven Patrón Linden mientras las otras fueron asesinadas. Entre la burguesía es habitual que los jóvenes tomen a varias esposas para garantizarse una descendencia que perpetúe la especie humana aunque vivan tan pocos años. Linden es además el hijo del Amo Vaughn, un genetista famoso por sus experimentos para buscar una cura al virus que acorta la vida de las nuevas generaciones.
Rhine se ve encerrada en un mundo falsamente utópico donde su reloj biológico corre sin detenerse y donde su única esperanza es burlar a su familia política para regresar al mundo de fuera, a su libertad.
La variedad de personajes es de muy agradecer. Me refiero a psicológicamente: varios personajes viven situaciones similares pero sus caracteres están muy bien definidos. Me enamoré de Jenna, más mientras más avanzaba el libro. Con Cecilia en cambio tengo emociones encontradas (si lo habéis leído, imagino que también os pasará).
Muy por cierto... Aunque está narrado en primera persona, me gusta la protagonista, Rhine. Puede parecer algo anecdótico pero a mí en general me cargan mucho los narradores en primera persona. Rhine tiene unas motivaciones claras y su curso emocional es coherente. Olé.
El libro es crudo y visceral pero a la vez nada explícito. Está plagado de alegorías sexuales y violentas pero ninguna está descrita hasta el punto de escandalizar o resultar desagradable. Solo rompe tu pequeño corazoncito y ya está :') El mundo distópico a mi parecer está bien construído y te transmita esa sensación de impotencia: a veces admito que me deprimía al imaginarme viviendo en una realidad como esa, donde una servidora por cierto ya habría muerto dada mi edad :'(.
El estilo hace hincapié en los pequeños detalles de una forma que me saltó inmediatamente a la vista. Como esa referencia constante a una famosa marca de golosinas que tiñen la lengua de colores o algo tan aleatorio como novelas románticas.
Existe el romance aunque no es forzado. Francamente en cuanto empecé a leer dije: "ya estamos, ¡otraaaa veeeeezzz el mismo clichéeeeee! ¡Con lo que molaría que pasara esto y esto otro!". Pero no sucedió lo que temía, y me sorprendió gratamente encontrar un romance tierno, bonito y, ¡sorpresa!, coherente. Es la primera trama "romántica" que me ha convencidos en mucho tiempo respecto a sagas nuevas (tal vez desde Los Juegos del Hambre). No es un libro romántico para nada: es una distopía cruel que te hace sentir impotente donde dos personajes se encuentran y comprenden mutuamente.
El punto malo tal vez es que, al menos a mí, me costó bastante encariñarme con los personajes principales. Estaba leyendo y decía "oh, qué cruel" u "oh, qué triste", pero la narración no me dejaba empatizar demasiado con la protagonista. Quizá me daba una sensación de frialdad en ése sentido. También hay algunos pequeños pasajes donde se hace repetitivo que Rhine le dé mil vueltas a lo mismo, pero supongo que es lógico dado lo que pasa a lo largo de la historia.
Por cierto, carece de clímax propiamente dicho. Nunca aburre pero la historia es bastante lineal en el sentido de que tiene pequeños momentos álgidos pero no uno central y... eso, climácico. Me quedaron algunos asuntos descolgados que ¡OJO!, tal vez se expliquen luego teniendo en cuenta que es el primero de una trilogía. No obstante el final de la novela me hace pensar que puede no ser así.
3,5/5
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