viernes, 12 de diciembre de 2014

(Mega) Reseña: Ciudad del Fuego Celestial (Cassandra Clare)

Cazadores de Sombras #6: Ciudad del Fuego Celestial
Cassandra Clare

(o cómo decir adiós a la saga fantástica de mi juventud)


Cinco años después de engancharme a esta saga, la última entrega de The Mortal Instruments, de Cassandra Clare, ha llegado a mis manos. Hace apenas un mes que leí Princesa Mecánica, el último de la trilogía de Los Orígenes, y por lo tanto las expectativas estaban muy altas.

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Cumplidas con creces.




Clary, Jace y el resto de jóvenes protagonistas siguen esperando la embestida definitiva de Sebastian, el hijo de Valentine, que tras conseguir la Copa Mortal tiene el poder para crear una versión aberrante e insensible de los nefilim. El sangriento ataque al Instituto de Los Ángeles les confirma algo que ya sospechaban: Sebastian se está moviendo, reuniendo a sus tropas, y preparado para dar la estocada que desmoronará el mundo de los Cazadores de Sombras tal y como lo conocen.

Mientras tanto el grupo sigue lidiando con sus propios problemas. Jace sigue con el fuego celestial en su interior, controlándolo a duras penas, y no parece haber una solución definitiva para su problema. Alec permanece indeciso y destrozado tras la catastrófica ruptura con Magnus semanas antes, y por consecuencia la ayuda del brujo es algo que no pueden esperar sí o sí. Isabelle y Simon viven su relativo idilio aún siendo Simon un vampiro, y Maia y Jordan llegan a un punto muerto en su relación. Todas estas historias quedarán atrapadas en el fuego cruzado.

Los nefilim deberán elegir sabiamente en quién confiar, pues algunos Subterráneos, como los vampiros o las hadas, pueden no estar de su lado. El desarrollo de las cosas les llevará a combatir a algunos que consideraban amigos, cambiados por las circunstancias, y a ganar pequeñas batallas que al final no serán sino pérdidas en sí mismas. ¿Lograrán proteger todos los mundos conocidos del envite final del hijo de Valentine?



Sinceramente, no esperaba que Cassandra Clare pudiera escribir un libro que superara a las anteriores entregas de la saga; en especial a Ciudad de Cristal, el cierre de la primera trilogía. Es una sensación que creo que muchos fans teníamos tras leer los tres primeros libros y ver que, efectivamente, había continuación. "¿Y ahora qué?" "¿Qué puede hacer que sea más grande y peligroso que lo que sucede en Ciudad de Cristal?". Pues esto, ni más ni menos.


La trama sí resulta innovadora aunque ya era difícil de por sí. Más que batallas súper originales que no nos esperemos, juega con los lugares donde estas se producen para introducir situaciones que no se han visto en la trama. A remarcar los pasajes, totalmente épicos, del bastión de las Hermanas de Hierro y lo sucedido en pleno corazón de Idris. Aunque sin duda para mí el culmen se lo lleva el viaje a Edom: ése tipo de situaciones, donde el grupo debe sobrevivir sin apenas recursos y en un mundo totalmente hostil siempre consiguen mantenerme en vilo, y en este caso lo consiguió. Porque obliga a los protagonistas a colaborar, a comprenderse y a relacionarse en situaciones límite. Oh the feelings...

Hay personajes como Isabelle, Alec y Magnus que llegan a un nuevo nivel de realismo, de complejidad. Y Sebastian... aix, Sebastian. Sin spoilers, yo era partidaria de que su personaje era más profundo de lo que parecía (o más complejo), y el pequeño giro argumental cerca del final de la novela lo demuestra con creces. Los fans de Jace y Clary no quedarán descontentos (imagino), aunque en mi opinión el clímax de nuestros dos protagonistas en cuanto a desarrollo llegó en Ciudad de Cristal, permitiendo en este caso que sean los secundarios los que brillen con luz propia (que tampoco está mal). El papel de Simon es tal vez más humilde de lo que fue en los dos libros anteriores, pero siguen habiendo sucesos puntuales (más mientras más avanza la novela) que le ponen como absoluto protagonista.

El estilo no será una sorpresa para nadie, con esos toques de humor tan típicos de la autora y a la vez el drama y la acción, todo en las dosis necesarias. Habrá algún giro argumental inesperado, en especial hacia la segunda mitad. También una escenita subida de tono que estoy segura que muchos seguidores esperaban. En general cierra todos los cabos abiertos hasta ahora y a su vez deja tramas suficientes para que el lector quede con ganas de más.

Debo decir que Cassandra se ha preparado muy bien el camino para la siguiente saga, The Dark Artifices, que verá la luz en 2015. La inclusión en la historia de personajes como Jules, Emma y Mark Blackthorne (éste último me produce especial curiosidad). A destacar también a Malcolm Fade, un peculiar brujo que hace una aparición fugaz en la historia y que, basándose la secuela en Los Ángeles, seguro que sabremos más de él. 

Un cierre más que épico para esta saga que ha movido masas (y con razón). Personalmente, una parte de mi juventud acaba de morir ahí :'D

No sé quién hizo este gif pero es el/la puto/a amo/a...



4,5/5

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Ahora toca el destripe punto por punto de lo que personalmente me pareció más reseñable. 

A partir de aquí, SPOILERACOS



Lo que me encantó

Sebastian en este libro es sencillamente PER-FEC-TO. Deja lo de ser un malvado ciego como era en Ciudad de Cristal y se convierte en un antagonista que quiere a todo precio ser amado, sin importar lo que deba hacer para ello. Todos intuíamos la ambigua atracción incestuosa de Sebastian hacia su hermana Clary, pero personalmente no esperaba que su objetivo fuera convertirla en reina a su lado (aunque me lo iba oliendo desde el final del quinto-principio de este). El momento final, cuando muere en manos de Jocelyn (esa mujer que se odió durante tanto tiempo por haberle dado a luz), ofreciendo un chispazo de lo que podría haber sido sin la mano negra de Valentine, os juro que me rompió el corazón.


Por fin hemos sabido quién es el padre de Magnus. Yo teorizaba que se trataba de Lucifer, pero el hecho de que sea hijo de uno de los Príncipes del Averno tiene su punto. No solo es un brujo excepcional sino que encima tela marinera la historia de su origen. P.D. En la mitología de la Edad Media, Asmodeus era identificado como el demonio de la lujuria. ¿Coincidencia? No lo creo... (de ahí que Magnus sea un sex-machine, tal vez).


Un detalle tal vez tonto que me encantó es la última conversación de Alec con su padre. Creía que el personaje de Robert ya estaba definitivamente perdido y había empezado a odiarle seriamente, pero ese último momento con su hijo me enterneció. Porque aunque le deja en claro que no le gusta que sea homosexual, sí le considera mejor persona que él y siempre estará orgulloso. Es más de lo que esperaba de un homófobo declarado que además es el nuevo Inquisidor de la Clave.


¡Como olvidar a Jem! Fue una sorpresa descubrir que el fuego celestial tenía el poder de "reconvertir" a los Hermanos Silenciosos. Por fin Jem tendrá su oportunidad de vivir con Tessa la vida que no pudo en el pasado. 

Aunque habitualmente los happy endings me molestan, en el sentido de que no me creo mucho que con todo lo que se arma quede tanta gente viva, no voy a quejarme en este caso. Es la saga de mi juventud y la pérdida de cualquiera de estos personajes me partiría el alma. Prefiero que se queden juntitos y felices (con el tinte agridulce en los casos de Alec/Magnus e Isabelle/Simon) y punto. 


Lo que no me gustó tanto

Tal vez lo que más me indignó fue lo sucedido con Maia y Jordan. En primer lugar, me pareció un poco "meh" que fuera a Jordan al que mataran. Es un personaje que se introdujo apenas en el cuarto libro, y darle un desarrollo así para luego cargárselo... Pues no sé. Por otro lado, el hecho de que Maia quisiera cortar con él me parece sacado de la manga. Y ya no hablemos de que apenas acaba de morir Jordan y Maia ya está liándose con Bat. Coincido con mucha gente que opina que, en este caso, Cassandra Clare patinó y pecó de querer dejar a todo el mundo emparejado sí o sí. Eso jugó una mala pasada al personaje de Maia.


Sobre las muertes... dafuq. Cassandra llevaba tiempo poniéndonos sobre aviso con que iban a morir 6 personajes y no sé qué. Al final resultó ser solo medias verdades. Los únicos personajes que dices "relevantes" (dentro de su papel secundario) que hemos perdido son a Sebastian (obvio que le tocaba palmar), Jordan, Camille Belcourt (ésta no me importa lo más mínimo, la verdad. La odiaba) y Raphael. Tal vez esta última fue la que más me dolió porque por alguna razón siempre he apreciado a Raphael, ya desde Ciudad de Hueso

Sin comentarios con el detalle del preservativo en la primera vez de Clary y Jace. La escena está muy bien escrita y me gustó aunque el Clary/Jace no me llama demasiado la atención, pero ese detalle me dio un ataque de risa tremendo. Jonathan Lightwood Herondale: ¿¿te vas a un mundo de demonios y no se te ocurre otra que llevarte condones?? Macho, haztelo mirar.


Aunque tal vez lo más doloroso ha sido lo de Simon. Eso sí me dolió con todas las letras. Tal vez no lo clasifico como cosa que no me gustó, sencillamente algo que me resultó muy triste. Quiero decir... ¿no le han pasado ya a Simon bastantes cosas como para que encima el suceso más dramático del final le toque a él? Simon, que desde el principio solo ha estado implicado en el mundo de los nefilim por Clary y después por Isabelle; el chico que tiene la parte más pequeña en todo esto, ¿es el que tiene que sacrificar sus recuerdos? Pero es que no solo son los recuerdos del Submundo: eso no me hubiera dolido tanto porque, en cierto modo, lo que Simon deseaba es una vida tranquila al márgen de monstruos y peleas a muerte. Pero también sacrificó todos los recuerdos de su infancia junto a Clary. Y eso es horrible, porque personalmente la relación de amistad de Simon y Clary me parece una de las más bonitas de estas historias. Al final parece que algo van a hacer respecto a eso y lo van a formar como Cazador de Sombras, haciéndole beber de la Copa Mortal, pero no sé si será lo mismo...



Alec & Magnus <3

No puedo evitar dedicarles una sección solo a ellos. No negaré que Alec es mi personaje favorito de toda la saga. Además del maravilloso y creíble desarrollo del personaje en sí, me fascina tanto sencillamente porque es un héroe poco común. Ya me aburren los "gallos de corral" como Jace (que a ver, es un buen personaje... pero no demasiado distinto a tantos otros de semejante talante como Kirtash de Memorias de Idhún, Edward de Crepúsculo, etc.). Y por supuesto con Magnus forma una pareja perfecta a mis ojos, complementándose a la perfección (aunque parezca una razón cliché). El mejor personaje de la saga con mi personaje favorito. ¿Es o no es un combo para morirse?

Su desarrollo sencillamente se me hace mucho más real que el de la pareja protagonista, con unos altibajos bien explicados y unas disyuntivas totalmente lógicas dada su situación particular. Personalmente no ha sido ninguna sorpresa que se reconciliaran. Admito que me chocó manera bruta que rompieran en Ciudad de las Almas Perdidas, pero era muy obvio que Cassandra no iba a construir su relación durante 5 libros para luego dejarlos separados. Sería un contrasentido y una puñalada en el corazón.

Esta vez he visto los roles que han tenido hasta ahora totalmente invertidos, y eso me ha ganado. Ver que esta vez es Alec el que tiene una carrera contrarreloj para salvar a Magnus me emocionó y mucho. También el verle tan hundido, a cuestas entre la preocupación y el arrepentimiento, hasta el punto de que sus hermanos tengan que interceder por él. La escena en la cueva del mundo de los demonios, cuando se da a entender que se ha dejado al alcohol para superarlo... aixxx. La escena del reencuentro es sencillamente HERMOSA.


El desenlace de la relación no obstante me dejó un sabor agridulce. Por un lado es bonito y emotivo, ése "viviré toda mi vida contigo, hasta el día que muera, por lo tanto cada día cuenta". Da un trasfondo desgarrador y "real" a éste romance secundario que ha cautivado a tantos lectores. Increíble en todos los sentidos ese gesto final, el de Magnus dándole a Alec el libro en el que ha escrito gran parte de sus vivencias pasadas más relevantes. Es un "me lo has dado todo y yo también te lo doy, incluido mi pasado". Pero por otro lado no me parece del todo coherente con el desarrollo hasta ahora. 

Creí que la cosa estaba bien encaminada en Ciudad de las Almas Perdidas, cuando Magnus aseguró que estaba dispuesto a quitarse la inmortalidad para vivir una vida normal con Alec. Sí, Alec la cagó con mayúsculas, pero supuse que el amor que Magnus sentía por él sería suficiente para perdonarle y arrancarse la inmortalidad en el siguiente libro, aunque no se lo contara. A lo largo de la historia de Magnus (incluidas las Crónicas de Bane) da a entender que Alec es la persona a la que más ha querido en toda su existencia, pero aún así está dispuesto a tratarle como "uno más" de una larga lista de ex-parejas, a seguir viviendo una vez ya no lo tenga a su lado. Me ha dejado una sensación como de "frialdad" por parte de Magnus, como si su amor por Alec no fuera tan intenso como a la inversa. A ver, es más apegado a la realidad, porque amores tan perfectos no existen (admitámoslo), pero han quedado opacados por el "por siempre y para siempre" de Jace & Clary. Y eso me duele, porque para mí el amor de Alec y Magnus era (sigue siendo, en realidad) mucho más natural y bien construido. Y más después de que Alec estaba dispuesto a quedarse en Edom simplemente para morir con Magnus, sin pensarlo ni un instante.

¿Por qué los gifs de Dean dan para tanto?

¿Hola, Magnus? Soy la realidad: ESTE ES EL DEFINITIVO. 

Siento que me estoy empecinando mucho con este tema, pero es que mi mente no concibe un escenario en el que Alec envejezca y muera y Magnus sencillamente se quede, obligado a pasar página. Tal vez soy egoísta en este sentido, pero es mi OTP y el final feliz para ambos sería envejecer juntos (en mi modesta opinión). 

No sé si leeré las siguientes sagas, pero conociendo el modo de pensar de Cassandra Clare y su manía de entretejer sagas no me extrañaría que hubiera algún cambio en su relación (aunque sea mencionado de forma secundaria) en The Dark Artifices, ubicada unos pocos años después de The Mortal Instruments. Solo por eso ya estaré atenta a lo que salga. 

martes, 2 de diciembre de 2014

Harry Potter vs. Crepúsculo

Harry Potter vs. Crepúsculo



Entrada publicada originalmente en marzo de 2009

No voy a decir que hablamos de las dos mejores sagas fantásticas de los últimos tiempos (porque sería soltar una blasfemia en contra de Canción de hielo y FuegoLa materia oscuraMemorias de Idhún y un largo etcétera) pero sí puntualizar que las que nos ocupan son las sagas juveniles que más fans arrastran a lo largo y ancho de todo el mundo: es pues inevitable que exista cierta competencia entre ellas. Sin que sirva de precedente, voy a dar mi opinión sobre el tema.

Para empezar decir que me he leído ambas sagas más de una vez (Crepúsculo entre dos y cuatro y Harry Potter es ya incontable la de veces...) y que por lo tanto me considero con el criterio suficiente como para poder opinar al respecto.

La principal argumentación sobre si a uno le gusta más una saga u otra viene dada habitualmente por "yo amo a X personaje" o "me encanta cuando X hace Y cosa". Yo, con perdón, tiraré por otros derroteros. Por si las moscas, puntualizar que mis preferidos son Ronald Weasley y Jasper Hale, con posibilidad de incluir en el pack a George &amp; Fred Weasley y Jacob Black. Dicho esto, empecemos.

(ATENCIÓN, PUEDE CONTENER SPOILERS)

La última tendencia que he visto por la red es a decir cosas como "yo empecé a leer con Harry Potter y he crecido con Crepúsculo". El kid de la cuestión viene a la hora de analizar la veracidad de esta afirmación a la que yo me opongo, por supuesto. ¿Puede una historia de niños magos que utilizan hechizos y varitas mágicas ser más madura que una sobre vampirismo, hombres lobo y amor eterno? Una servidora está convencida de que SÍ puede, y de hecho las sagas que nos ocupan son la prueba palpable de que no todo acaba siendo lo que se nos vende.

La prueba más evidente de la madurez de ambas obras nos las ofrecen sus desenlaces. Así, la historia del niño mago favorito del mundo termina en una épica batalla tras y frente los muros de Hogwarts que reduce drásticamente el número de supervivientes a la guerra contra Voldemort. Si bien es cierto que el duelo final entre Harry y Voldemort deja bastante que desear (incluso yo, fan acérrima, quedé levemente decepcionada), Rowling sabe plasmar la crudeza de la guerra en la pérdida personajes tan queridos como Remus Lupin, Nymphadora Tonks o Fred Weasley. Muchos se quejaron en su momento, pero las muertes resultan lógicas si se trata de una guerra, y en ése sentido Rowling ha conseguido salirse de lo fantástico y dotar al desenlace de cierto realismo.

¿Y Crepúsculo? Pues el desenlace (de momento) de la historia se produce en el libro 3 de Breaking Dawn o Amanecer: Renesmee, la preciada hija de Edward y Bella (cuya existencia aún es un absoluto despropósito, incluso dentro del universo de Crepúsculo), es descubierta por una vampiresa que les guarda rencor y por lo tanto sólo es cuestión de tiempo que los Volturi, los grandes jefes del mundo vampírico, se presenten ante ellos por haber roto el principio de crear niños vampiros. Lo lamentable del caso es que todo el libro 3 (que es el más extenso) se basa en una búsqueda que realizan los protagonistas para hallar vampiros que les ayuden a luchar contra los Volturi. No sólo es que los buscan sinó que también se entrenan durante mucho tiempo para poder combatirlos cuando lleguen. Pero llega el final y resulta que la gran disputa se soluciona hablando...¡y encima no muere nadie! ¡No muere nadie cuando se supone que combaten contra los malos malosos malosísimos de la historia! ¿¡Puede resultar serio un libro en el que te preparan para una gran batalla, rellenando páginas y páginas de dudas y entrenamientos sobre ése momento, pero al final esta NO se produce!? Una servidora lo duda: de hecho, el libro parecía un fanfiction y de esos no demasiado buenos. Lamento decir que el poco respeto que podía sentir por los Volturi como villanos se esfumó, y ya no hablemos del concepto de vampiro, que quedó a la altura del betún.

Cambiando de enfoque, siempre se ha discutido el hecho de que la trama de Crepúsculo esté envuelta por cierto aire anti-femenista, creencia alimentada por el hecho de que Stephenie Meyer pertenece a cierta rama mormona. Más que un rumor es algo innegable, porque el personaje de Bella Swan es el perfecto modelo de "mujer machista" y es que la cosa no tiene otro nombre. La chica se ocupa siempre de todas las tareas domésticas mientras su padre y sus amigos de la Push ven el fútbol en el sofá y beben cerveza. Esto pasa a ser un detalle sin importancia cuando se analiza el tema central de la obra que no es otro que el amor "perfecto y eterno" que mantiene con el (pseudo) vampiro Edward Cullen. No sólo es el hecho de que él sea excesivamente celoso y posesivo con ella (llega a romperle el coche para que no vaya a ver a su mejor amigo), sinó que Bella depende en todos y cada uno de los aspectos de su vida de Edward. Cuando él la abandona en Luna Nueva, Bella entra en una depresión que le provoca pesadillas, pierde el interés por cualquier otra cosa e incluso sufre alucinaciones que la impulsan a actos suicidas para poder "oír" la voz de Edward en su cabeza. De hecho, todas las expectativas de futuro de la protagonista quedan aplastadas por la influencia de Edward, siendo que al final renuncia incluso a asistir a la universidad para ser una esposa ejemplar y cuidar a la hija de ambos. Queda claro pues que la dependencia de Bella de su figura masculina es total y absolutamente enfermiza.

Este mensaje, aparentemente bien camuflado, encuentra su polo opuesto en Harry Potter, pues libro tras libro se nos recalca que el alumno más brillante de la "generación de oro" es en realidad alumnaHermione Granger, la imbatible estudiosa que consiguió un Extraordinario en prácticamente todos sus TIMOS y que acompañó fielmente al protagonista durante toda su aventura y le salvó la vida en incontables ocasiones. No sólo eso, sinó que Hermione tampoco ha dependido nunca de un hombre ni mucho menos: siendo Ron Weasley su gran amor, le hizo bailar al compás que ella quería durante prácticamente todo lo relatado en Las Relíquias de la Muerte. Si bien Hermione se deprimió ante la partida de Ron, no dejó en ningún instante de tener claros sus objetivos y JAMÁS perdió de vista la meta de concluir sus estudios con éxito y buscar un puesto de trabajo a la altura de sus expectativas.

Otro tema que estas historias tocan muy de pasada es el materialismo, sólo que en Crepúsculo se exalta esta filosofía y en Harry Potter se rechaza en detrimento de otros valores más importantes. Me explico.

En Crepúsculo, el tema se trata secundariamente y (al menos se hizo el intento) de forma subliminal. Como cualquier lector de la saga sabrá, Bella se debate durante gran parte de la misma entre el gran amor de su vida, el vampiro Edward, y su mejor amigo y hombro lobo Jacob Black. Se intenta resaltar que la elección de Bella en favor de Edward es por amor verdadero y eso, pero no deja de haber ciertos detalles desconcertantes que dan mucho a pensar y que nos deja un desagradable sabor de boca en cuando a superficialidad se refiere.
Por ejemplo:
  • Jacob es un indio quileute con precaria situación económica que vive en una cabaña de madera; Edward vive en una mansión de la hostia en medio del bosque.
  • Jacob viaja en motos y camionetas que él recupera del desguace y reconstruye; uno de los símbolos más famosos de la saga es el "flamante Volvo plateado" de Edward.
  • Jacob debe ir semidesnudo y descalzo porque su padre no puede pagarle la ropa y las zapatillas que destruye cuando cambia de fase a licántropo; a Edward se le describe vestido como "una estrella de cine".
  • En la fiesta de graduación de Bella, Jacob le regala una pulsera de plata con un lobo de madera que él mismo ha tallado; Edward le regala un diamante en forma de corazón.
No digo más. ¿Se nota o no el interés inconsciente de la chica?

Está claro que Bella los quiere a ambos y que elige a Edward porque su amor es más apasionado o lo que sea, eso nadie lo duda. Sin embargo el transfondo nos deja un mensaje de la autora bastante pobre en cuanto a moralidad: "si es rico, es bueno para tí". Sinceramente, es lo que más me cabreó de toda la historia. En cierta manera el mensaje es que Edward quiere "camelarsela" con regalos caros y, tal y como concluye la obra, lo consigue. De hecho le asegura que cuando se casen "compartirá su fortuna con ella": esto para mí es casi "comprar amor". Triste.

El mensaje opuesto se encuentra una vez más en Harry Potter. Bien es cierto que Harry, el protagonista, tiene asegurada la estabilidad económica de por vida gracias a la fortuna que sus fallecidos padres le dejaron en el banco mágico de Gringotts. Sin embargo la solución reside en comparación con su inseparable y mejor amigo Ron Weasley. Ron proviene de una familia numerosa (él es el sexto varón y después aún está su hermana) y tiene problemas económicos incluso para asistir a la escuela. De hecho prácticamente todas las cosas que tiene Ron son de segunda mano o prestadas de sus hermanos (la varita, la ropa, la mascota y un largo etc.). Y aún así, ya en La Piedra Filosofal, Harry rechazó la oferta de amistad de Malfoy el ricachón en beneficio de Ron, que se convertiría inmediatamente en su mejor amigo. De hecho Harry no cesa de expresar que la familia de Ron, a pesar de ser pobre y vivir en una casa humilde, es su familia de magos favorita y envidia profunda (y sanamente) a su amigo por este hecho. Al final, viendo las hazañas de los tres protagonistas, esto viene a demostrar que lo que menos importa es la situación económica y que hay cosas que "enriquecen" más que un puñado de galeones.

Concluimos pues que, al menos a nivel de moraleja, el mensaje de Crepúsculo resulta bastante pobre y lamentable, pues los auténticos esfuerzos quedan sin recompensa y lo que realmente importa queda camuflado debajo del brillo de los diamantes y los Volvos plateados. En comparación, Harry Potter realza toda una serie de valores tales como la amistad, la lealtad y el valor que quedan patentes a lo largo de toda la obra.

En cuanto a la típica discusión de qué es mejor, ahí todo queda a la elección del lector. Pero sinceramente y desde mi punto de vista veo mucho más trabajado el universo de Harry Potter (y no sólo por la extensión de los libros). En Harry Potter nos encontramos con una obra sumamente detallista e ingeniosa, donde existe una historia previa del universo bien definida y a la que se hace alusión reiteramente con cientos de datos históricos. Cabe recalcar también la maña de la autora al inventar aparatos mágicos, pociones, hechizos y un largo etcétera de elementos mágicos. En Crepúsculo poco hay más allá de Forks y los parajes de Volterra, y las alusiones a hechos pasados son borrosas e intrascendentes. El esfuerzo entre ambas obras es pues incomparable.

En lo referente a los personajes, Rowling consigue con unas pocas líneas o un diálogo casual definir la personalidad de los nuevos personajes que va introduciendo, de modo que todos resultan diferentes entre sí y gozan de identidad propia. Meyer no consigue lo mismo con los suyos, ya que a excepción del clan Cullen y Jacob Black los demás personajes quedan pobremente esbozados, seguramente debido a la falta de maña al escribir en primera persona. En ambos casos los protagonistas son bastante odiables (especialmente Edward Cullen, un personaje obsesivo y controlador que intentan vestir de galán romántico), pero hay un elenco bastante bueno de secundarios.

La diferencia es que Rowling sí da a sus personajes la atención que merecen, dándoles una historia propia a cada uno, mientras que Meyer da la sensación de que nada importa más allá de Bella Swan y su novio pseudovampírico. Joyas como Jasper, Rosalie, Seth &amp; LeahEmmet y un largo etcétera son tristemente ignorados para centrar toda la atención en los empalagosos diálogos que escupen ambos protagonistas. En opinión de una servidora, sólo Jacob recibe un mínimo de la aparición que merece, y eso que el final de la historia este personaje es bochornosa y cruelmente vapuleado. En el universo de Harry Potter, personajes tan humanos y bien caracterizados como Ron, Hermione, Luna, Severus Snape o Sirius Black reciben un seguimiento importante de sus historias y una atención más que satisfactoria. La sensación es que, más que contarnos la vida y hazañas de Harry, se nos invita a echar un vistazo desde sus ojos a la multitud de personajes que acompañan al héroe y que, de un modo u otro, le ayudan a crecer.

Para terminar recalcar que soy fan de ambas sagas, pero no hay que engañarse: el abismo de calidad es desproporcionado. El fenómeno mediático que envuelve a Crepúsculo y sobretodo la llegada de la versión fílmica han condicionado en gran medida esta aparente supremacía de la saga. Harry Potter ya gozaba de un éxito aplastante mucho antes de que el proyecto de película estubiera en camino. En resumen, Crepúsculo es más para "verlo", Harry Potter para "sentirlo".

Dejo una pregunta en el aire: ¿qué sucedería si en lugar de americana Meyer hubiera sido inglesa? Mi opinión, el éxito de su saga no hubiera sido ni una décima parte del que presenciamos. Las campañas publicitarias siempre ayudan (y mucho).

martes, 11 de noviembre de 2014

Crítica: Cazadores de Sombras: Ciudad de Hueso (2013)

Cazadores de Sombras: Ciudad de Hueso (2013)
buena película, regular adaptación


Entrada publicada originalmente en agosto de 2013

Esperaba con bastantes ansias esta película porque soy fan de la saga de libros de Cassandra Clare desde que se publicó en España (allá en 2008 o por ahí, ya no me acuerdo) y, en mi modesta opinión, es una de las más entretenidas sagas de fantasía juvenil del panorama actual. Aunque me daba miedo lo que pudieran hacer respecto al material literario, era mi obligación ir a ver la película y la disfruté, para qué negarlo. 


ARGUMENTO

La película empieza narrándonos la vida de Clary Fray (Lily Collins, a la que vimos en películas como Mirror Mirror o Sin salida), una adolescente neoyorquina que vive con su madre viuda Jocelyn (Lena Headey, la reina Cersei en Juego de Tronos) en un apartamento. Clary dibuja instintivamente un extraño símbolo que ve en sueños y tiene siempre en la cabeza, lo cual parece preocupar a su madre y a Luke (Aidan Turner, el vampiro Mitchell en Being Human y el enano Kili en El Hobbit), su "padre adoptivo" por así decirlo. Un día Clary y su mejor amigo Simon (Robert Sheenan, de la famosa serie Misfits) acuden una noche a una discoteca conocida como Pandemónium donde Clary presencia cómo un trío de misteriosos chicos matan a un cuarto. El problema: solo ella parece haberlo visto.

Desde entonces el símbolo en su cabeza se repite más que nunca y empieza a dibujarlo dormida de forma compulsiva. Un día uno de los desconocidos de la discoteca se acerca a ella y de nuevo nadie puede verle, por lo que ella le sigue. Jace Wayland (Jamie Campbell Bower, que ha aparecido en El barbero diabólico de la Calle Fleet y la saga Crepúsculo) le asegura que ella no es humana, aunque por desgracia en aquel momento Clary recibe una llamada de su madre donde parece estar siendo atacada en su casa. Al regresar a su apartamento, Clary lo encuentra todo desvalijado y su madre ha desaparecido. Súbitamente es atacada por un perro que se transforma en una horrenda criatura deforme, aunque por suerte Jace aparece y mata a la criatura con un extraño cuchillo.

Clary y su amigo Simon acaban siendo llevados con Jace al Instituto, un lugar oculto en Nueva York donde Hodge (Jared Harris, el malvado Moriarty en Sherlock Holmes: Juego de Sombras) le revela que tanto Jace como sus compañeros Alec Isabelle (Kevin Zegers y Jemima West) y él mismo son nefilim o cazadores de sombras, seres medio ángeles medio humanos que se dedican desde tiempos inmemoriales a cazar demonios y otras criaturas que se ocultan en la sombras. Lo más sorprendente del caso es que Clary misma es una de ellos, y su madre Jocelyn fue en sus tiempos una de las mejores cazadoras de sombras de la historia, aunque se alejó de aquel mundo por razones que aún están por descubrir. 

Con esta premisa empieza una carrera contrarreloj para conseguir encontrar la Copa Mortal, uno de los tres Instrumentos Mortales, que permite la formación de nuevos cazadores de sombras y a la que todos (nefilim, demonios y los secuaces del infame desterrado Valentine (Jonathan Rhys Meyers)) parecen querer echar el guante. En ése viaje Clary descubrirá también cosas sobre sí misma, el pasado de su familia... al tiempo que su corazón se debate entre el magnético Jace y el siempre presente Simon. 


CRÍTICA

La crítica que sigue a continuación está basada en las impresiones de una lectora respecto a la adaptación, así que no lectores quizá debieran abstenerse para no toparse con algun spoiler desafortunado. 


Lo bueno
  • Lily Collins ofrece una muy solvente protagonista como Clary Fray. Es espontánea e incluso empatizante en la primera hora de film, y no resulta repelente como la inmensa mayoría de protagonistas de este tipo de películas. Es una joven actriz a la que se le dan muy bien las escenas dramáticas y en general es bastante expresiva. Creo que soportará bien el protagonismo de la saga. 
  • Hay bastantes secuencias de acción, las suficientes como para equilibrar las escenas románticas y que un hombre vaya a verla al cine sin aburrirse (mis dos amigos chicos salieron contentos de la sala). En casa de Clary, en el hotel Dumort, la batalla final contra Valentine... Se da a entender que el romance entre Clary y Jace es un aderezo para la historia central y no el hilo conductor, lo cual se agradece en una película de este tipo. Bastante fiel al libro en ése aspecto, ya que para nada es una novela romántica per sé
  • Simon (así, sin más). Del elenco de jóvenes, Robert Sheenan y su personaje me parecen los más acertados en conjunto. Han respetado totalmente su personalidad, gran parte de sus frases y aporta la mayoría de puntos cómicos a la película (junto a Jace, claro). Además nos obsequia con la que a mi parecer es la escena que más penica da de toda la película (ésa fallida confesión amorosa). Pobrete Simon.
  • Se insinúa un poco la relación futura entre Alec y Magnus Bane (ésa escena, si bien inventada, es un regalito para las fans de ésa pareja), que tan carismática resultará a largo plazo. Y pensar que en el guión original Magnus ni siquiera aparecía... La homosexualidad de Alec se trata con bastante tacto y sin hacer ningún tipo de aspaviento. 
  • Luke Garroway (Aidan Turner) me ha sorprendido gratamente, tanto respecto a su representación como el papel que se le ha dado. Memorable escena en la que es interrogado por los dos cazadores de sombras sicarios de Valentine, visceral y algo cruda respecto al lenguaje y lo visual. Dato chorra: Aidan Turner ha pasado de ser vampiro en Being Human a enano en El Hobbit a hombre lobo en Cazadores de Sombras. ¿Nunca hace papeles "normales"? XD
  • Hay bastantes golpes cómicos, algo muy característico de la prosa de Cassandra Clare. Algunas inventadas también son descojonantes ("¿y vestida como un putón voy a encontrar a mi madre?"). También el gag de los zombies es para partirse. 
  • La representación gótica de los lugares de cazadores de sombras y de la vestimenta de los protagonistas es muy semejante a lo que se describe en el libro. También los demonios, armas y criaturas (en especial los Hermanos Silenciosos) están muy logrados. En el apartado visual poco o nada hay que criticar, una ambientación que recuerda bastante a la de la película Constantine
  • La relación entre Jace y Clary, si bien algo apresurada (es lenguaje de cine, poco puede hacerse con una película de dos horas), conserva la esencia de la novela. No es excesivamente pastelosa salvo por un par de escenas y sí da la sensación de ser un flechazo "real". El triángulo amoroso que forman con Simon están bien construido y con ése tercer vértice aparecen algunas de las escenas más memorables (a recordar la secuencia del invernadero mientras Simon observa a un Jace semidesnudo dibujado en el cuaderno de Clary). Destacable el beso del invernadero (mucho más creíble que cualquiera en este tipo de producciones) y la escena de cierre de la película, con ambos montados en la motocicleta.


Lo regular
  • Si bien Jamie Campbell Bower ofrece una más que buena actuación como Jace, no da exactamente el perfil respecto a los libros en el aspecto físico. Esto molestará especialmente a las lectoras (entre las que no me incluyo, Jace es un personaje que nunca me ha llamado mucho la atención), que esperaban ver al tío más guapo y ciclado del mundo en pantalla. En el libro se le describe como mucho más fornido que su compañero Alec (el alto, delgaducho y desgarbado Alec) y aquí está bastante más tirillas. Imperdonable que no respetaran el color de sus ojos, dorados en los libros (por cierto, Isabelle en el libro tiene los ojos negros y no también azules). 
  • Isabelle y Alec son bastante más "bordes" que en su homónimo en papel. Isabelle (alias "Izzy") es altiva y orgullosa, pero también se muestra sensible y cariñosa en ocasiones. En la película es demasiado cortante en todos sus diálogos (salvo quizá en la escena en la que peina a Clary y cuando comparte plano con Simon) y creo que han exagerado un pelín con el tema. Con Alec pasa algo curioso: todos los lectores saben que por mucho que se muestre malhumorado la mayor parte del tiempo en el fondo es un buenazo. En la película sus escenas son prácticamente todas sacadas del libro... PERO han eliminado aquellas en las que se mostraba contento/amigable para hacerle parecer excesivamente intratable. Incluso han eliminado la escena final en la que le pide perdón a Clary y ambos se amigan. Eso sí, chapó por Jemima West y Kevin Zegers. Creo que serán unos grandes Izzy y Alec en las siguientes entregas. 
  • Magnus Bane, si bien perfectamente caracterizado por el actor taiwanés Godfrey Gao, quizá por su escasa aparición no se muestra tan "chispeante" y sarcástico como es el personaje sobre el papel. No negaré que Magnus es (en mi opinión) el mejor personaje de la saga literaria (que no mi favorito, esos son Alec y Simon), y me da pena que haya tenido tan poco tiempo en pantalla en Ciudad de Hueso (por supuesto, si son fieles al libro eso cambiará para Ciudad de Ceniza y entregas consecutivas). Nota a parte, ¿qué cojones hacía sin pantalones? LOL. Me ha encantado que al final le pusieran los ojos dorados y felinos tan característicos del personaje. 
  • Hay algunos fallos/cambios/omisiones chorras que, si bien no afectan en demasía a la trama, pues hará que los más puritanos se tiren de los pelos.
    • Los cazadores de sombras no utilizan armas de fuego (pistolas, etc.) ya que las runas queman el mecanismo y éstas no funcionan. 
    • Alec no es un cazador "activo": él se dedica a proteger las espaldas de Isabelle y Jace mientras éstos matan a las criaturas. De hecho en los libros se señala que Alec no ha matado jamás ningún demonio ni subterráneo, pero en la película le vemos repartiendo de lo lindo entre los vampiros.
    • En el libro, nadie sabía que Valentine siguiera vivo. Sin embargo, desde el principio Jace señala a los dos cazadores de sombras que atacan a Luke como "los secuaces de Valentine". 
    • Nunca se menciona el glamour, la razón por la cual tanto cazadores de sombras como demonios son invisibles para los seres humanos. 
    • Madame Dorothea no es una bruja, tal y como afirma Jace. Es importante recalcar esa diferencia, porque ello la pondría a la misma altura que Magnus Bane y no son de la misma raza (ella es humana con alguna habilidad). Y hablando del tema... Me esperaba más del que se supone que es Abbadon, el Demonio del Abismo. 
    • Simon no se convierte en rata en la fiesta de Magnus como sucede en el libro (tampoco es que importe mucho). SPOILER de Ciudad de Ceniza. Se insinúa demasiado pronto que se está convirtiendo en vampiro, aunque tampoco es que cambie mucho. 
    • Creo (CREO) que no se menciona en ninguna parte de la película que Jace y Alec son parabatai (más que hermanos, guerreros unidos para luchar en sincronía). Ésa sería una buena escena eliminada, ya que el lazo de parabatai me parece uno de los detalles más fascinantes de los cazadores de sombras. 
    • Lo de que Johan Sebastian Bach fuera un cazador de sombras me hizo gracia pero es una flipada monumental. 
  • La banda sonora ni fú ni fa. Tiene grandes momentos (como tirando al final) pero en otros pasa bastante desapercibida. 

Lo malo
  • Cuando la vi intenté ponerme en la piel de un espectador que no tenga ni repanocha de los libros y me dí cuenta de que la trama puede resultar bastante confusa para aquellos no lectores de la saga. Se aportan multitud de información y detalles fugaces que no están del todo explicados y que puedeN hacer que un espectador estándar se pierda. Aunque claro... Si hubiera que poner todo lo del libro, la película hubiera acabado durando cuatro horas. 
  • Hay detalles argumentales que son FALLOS GARRAFALES:
    • Los demonios NO pueden entrar en el Instituto porque es terreno sagrado. De ser tan fácil meterlos dentro, ya hace tiempo que hubieran arrasado con los cazadores de sombras que viven ahí. En la película queda bien, pero es un despropósito respecto al libro. 
    • Me ha parecido entender que Robert Lightwood está muerto; Isabelle dice "tú también la guardarías si hubieras visto morir a tu padre". WTF???
    • Jace NO odia a su padre, Valentine. De hecho siente una especie de idolatría por él que raya lo insano. Esto es importante de cara a, especialmente, la siguiente entrega, así que ya verán. 
    • Valentine DEBERÍA ser rubio. No me quejo de la actuación de Jonathan Rhys Meyers, pero si alguien ha llegado hasta Ciudad de Cristal sabrá lo relevante que es ése detalle. No tengo ni repajolera idea de cómo van a solucionarlo. 
    • SPOILERACO: ¿¡Cómo se les ocurre poner en duda a estas alturas que Clary y Jace no sean hermanos en realidad!? ¡Y por el propio Valentine, ni más ni menos! El lastre y el tabú que supone ser hermanos es uno de los puntos fuertes de la primera trilogía de libros, e introduciendo estas dudas/aclaraciones le quitan muchísimo encanto. No digo más. 
  • El final (la última media hora, més o menos) es totalmente distinto al del libro (no mucho peor, sencillamente catastróficamente adaptado). Es una pena porque la primera hora prometía mucho como adaptación, con pasajes prácticamente calcados al libro. 
En conjunto la película me ha gustado muchísimo, por supuesto. He quedado contenta aún siendo lectora, pero personalmente soy excesivamente benévola con el cine y las adaptaciones y puede que no todos la consideren tan buena. Bastante por encima de la aberrante Crepúsculo, pero por debajo de Harry Potter y similares. Como siempre, en la primera se aprende y pueden solventarse en las siguientes entregas (si todo va bien habrá cinco más, así que no será por tiempo).


martes, 4 de noviembre de 2014

Saint Seiya (Caballeros del Zodíaco): clásico de clásicos

Saint Seiya (Caballeros del Zodíaco)
clásico de clásicos


En mi revisión anual (en serio, lo hago) de aquellos animes que más me gustan, le ha tocado a Saint Seiya, que aún a día de hoy soy incapaz de comprender qué tiene que tanto me atrae y que cada vez que la veo sea como la primera. 

De izquierda a derecha: Ikki de Fénix, Shun de Andrómeda, Hyoga del Cisne, Shiryuu de Dragón y Seiya de Pegaso.
Por allá hacia el 1985 (no sé la fecha exacta y no voy a fingir que la sé), Masami Kurumada tuvo la gracia de publicar el que sin duda es uno de los manga shonen más emblemáticos de la historia: Saint Seiya, más conocido en España como Caballeros del Zodíaco. En muy poco tiempo se lanzó también la serie animada, que tendría su auge en Occidente a pesar de ser una época oscura para la difusión del anime en Europa. Si bien fue censurada y criticada en muchos de los países en los que se emitió (en su mayoría por ser excesivamente violenta), se puede decir con total seguridad que fue uno de los animes más influyentes de su época y uno de los que despiertan más nostalgia entre los que la recordamos con cariño.

Imagen de The Lost Canvas, con sus
protagonistas Tenma de Pegaso y Alone
El manga (actualmente disponible en España gracias a la editoral Glénat) consta de 28 tomos, y si bien el estilo de dibujo es algo infantil (nadie dice que Kurumada sea un genio dibujando, aunque va mejorando notablemente a lo largo de la historia) la historia que se cuenta es épica y el mundo y sus personajes totalmente cautivadores. Además de la historia original existen dos mangas-precuela: Lost Canvas (que relata las aventuras de los Santos de la generación del siglo XVIII) y Saint Seiya Episodio G (que cuenta la infancia/adolescencia de los Santos de Oro con Aioria de Leo como protagonista), aunque ninguno de ellos está dibujado por Kurumada y no se consideran del todo canónicos. Por si fuera poco, Kurumada sorprendió al fandom hace unos pocos años con Next Dimension, la continuación de la historia original donde quedó al final del tomo 28 (aunque su publicación es muy irregular), con un patrón bastante parecido al de la Saga del Santuario aunque en esta ocasión es a Seiya de Pegaso al que hay que salvar, empezando con la propia Saori y Shun de Andrómeda viajando al siglo XVIII para intentar encontrar una cura al poder de Hades.



El primer anime (de finales de los 80) consta de 114 episodios y alguna que otra película, aunque en 2003 se lanzaron los dos primeros bloques de la Saga de Hades en forma de OVAs (13 para Santuario y 12 para Infierno), con una mejora notable en la fluidez y escenografía. Para 2008 llegó el cierre de la historia original con las 6 OVAs de Elíseo. Además se ha realizado el anime de The Lost Canvas, con 26 episodios y una técnica de animación envidiable (aunque por desgracia se canceló. Hijos de p...errilla). El año pasado se estrenó Saint Seiya Omega, con una nueva generación de Santos y el cameo de los antiguos, y en 2014 se estrenará Saint Seiya: La Leyenda del Santuario, que al parecer será un remake de la saga más célebre del anime original pero con un nuevo diseño y las técnicas más avanzadas de animación (el tráiler está por caer...). 


Imagen de la película de 2014 Saint Seiya: La leyenda del Santuario.
Presuntamente es Seiya de Pegaso, aunque como todos los Santos de Pegaso se parecen... vete tú a saber xD


ARGUMENTO

Esta aventura comienza con la victoria de Seiya, un chaval de 13 años, contra el gigantesco Cassius en la arena de un circo en Grecia. La recompensa por ganar el combate no es otra que la Armadura de Pegaso, una vestidura mágica capaz de multiplicar las fuerzas de quien la lleva y protegerle de los golpes más mortales, y el rango de Santo de Bronce. Seiya, que ha estado entrenando 6 años en Grecia bajo la tutela de su maestra la Santo de Plata Marin de Águila, regresa a su Japón natal para encontrar a su hermana menor, de la que fue separado cuando era niño. Él, al igual que otros muchos huérfanos, fue recogido por la Fundación de Mitsumasa Kidô para ser entrenado en pos de convertirse en Santos, usuarios de la fuerza espiritual o "cosmo", dignos de vestir una armadura para proteger a Athena, diosa de la mitología griega que se reencarna periódicamente en la tierra para librar su Guerra Santa con otros dioses y así traer la paz al mundo.

Seiya enfrentándose a Shiryuu de Dragón
en el Torneo Galáctico
Una vez en Japón, descubre que Mitsumasa Kidô ha fallecido y que es su nieta Saori la que dirige la fundación. La joven le promete que, si gana la inminente competición, pondrá a su disposición los medios necesarios para encontrar a su hermana. Así, tanto Seiya como los otros nueve huérfanos que han conseguido hacerse con las Armaduras de Bronce deben enfrentarse en un Torneo Galáctico (retransmitido por todo el mundo), y el ganador será recompensado con la legendaria Armadura Dorada que Mitsumasa Kidô encontró en Grecia. Seiya vence con relativa facilidad a su primer oponente (el Santo del Oso), aunque no lo tendrá tan fácil con Shiryuu del Dragón, entrenado por un anciano maestro en las montañas de China. También parecen difíciles rivales a batir Hyôga del Cisne, entrenado en los hielos de Siberia y capaz de congelar a su oponente, y Shun de Andrómeda, cuya famosa cadena es tanto una peligrosa arma como una defensa impenetrable.

Ikki de Fénix apareciendo para "animar la fiesta"
No obstante, el Torneo es bruscamente suspendido cuando aparece el último Santo de Bronce, que parece dispuesto a robar la Armadura Dorada y vengarse por lo que le sucedió durante su infernal entrenamiento en la Isla de Reina Muerta a la que fue enviado. El último de los Santos de Bronce no es otro que Ikki de Fénix, el hermano mayor de Shun de Andrómeda y que no duda un instante en intentar acabar con sus antiguos compañeros con la ayuda de los Santos Negros, sus fieles seguidores. Sin embargo, además de éste inesperado reto, Seiya y sus compañeros tendrán que enfrentarse a las conspiraciones del Santuario en Grecia, la sede del culto a la diosa Athena a la que todos los Santos están consagrados, ahora corrupto por la aparición de un Patriarca que mueve los hilos de todos los que están por debajo de él para conseguir sus inquietantes objetivos...

Este es solo el comienzo de una aventura increíble que obligará a los protagonistas a crecer a pasos agigantados y, sobretodo, a escoger muy bien a sus aliados. En su camino se enfrentarán a los Santos de Plata, un nivel por encima del suyo, y a los propios Santos Dorados, los 12 más poderosos que guardan el camino al Santuario de Athena y que se dice nunca han sido derrotados. Los dioses mismos, como Poseidón y Hades, harán lo posible porque Athena y su deseo de paz no lleguen a reinar al final. Solo los 5 jóvenes protagonistas tienen en sus manos el destino del mundo.


PERSONAJES PRINCIPALES

Seiya de Pegaso

Seiya, el protagonista indiscutible, está bajo la protección de la constelación de Pegaso, que emula a la montura legendaria del héroe mitológico Perseo. Su única familia era su hermana menor, pero fueron separados cuando a él lo enviaron a entrenarse al Santuario, en Grecia. Allí fue duramente instruido por Marin de Águila, una Santo de Plata que fue tanto una maestra como una amiga para él. Desde entonces el objetivo en la vida de Seiya fue conseguir la Armadura de Pegaso para así volver a Japón y encontrar a su hermana. Es el más infantil de los protagonistas, lo cual no le impide enfrentarse con un coraje ilimitado a cualquier reto que se le presente. En realidad lo que es es más cabezota que nada, ya que el término "darse por vencido" no entra en su diccionario. Su técnica de ataque consiste en golpear a su oponente multitud de veces a la velocidad del sonido (técnica conocida como "Meteoros de Pegaso").

Seiya vistiendo la Armadura Dorada de Sagitario
Paradójicamente es el menos querido del quinteto protagonista (o al menos ésa es la impresión general), algo que una servidora puede entender pero que no comparte. Seiya representa los ideales por los que luchan la mayoría de protagonistas de éste tipo de manga (la justicia, la paz y la amistad por sus camaradas) y demuestra con su terquedad que todo puede conseguirse con el empeño suficiente. Muestra de su nobleza es que la Armadura Dorada de Sagitario decide protegerle en diversas ocasiones por voluntad propia, algo que sólo puede suceder con un Santo excepcional. Quizá ése sea precisamente el problema, que el espectador tiene la sensación de que él siempre es el especial y que todo le pasa a él (no hablar ya de que siempre se refieren al grupo como "Seiya y los otros"). Tal vez es saturación más que antipatía por el personaje. Comentario chorra aparte, es un rompecorazones: hasta 3 chicas llegan a enamorarse de él a lo largo de la historia, pero él -como buen protagonista de manga- ni se entera (qué ingenuo). La Armadura de Sagitario (o el propio Aioros, anterior Santo de Sagitario) parece haberle escogido como su sucesor, ya que es el Santo de Bronce que más veces viste una Armadura Dorada en toda la historia.


Hyoga del Cisne

Nacido bajo la protección del Cisne y siendo mitad japonés mitad ruso, Hyoga fue entrenado en los fríos hielos de Siberia por Camus, el Santo de Acuario (aunque en el anime eso varía, siendo un tal Santo de Cristal). Su madre se ahogó cuando el barco en el que viajaba se hundió cerca del Polo Norte, y la motivación de Hyoga para conseguir la Armadura del Cisne era precisamente tener el poder suficiente para romper la capa de hielo y llegar hasta su tumba (a mi parecer, tenía un pelín de complejo de Edipo este chaval...). Hyoga se presenta en el Torneo Galáctico como uno de los Santos de Bronce más aventajados y con más posibilidades (y también el más fanfarrón, si se me permite el comentario), aunque por supuesto sólo es capaz de demostrarlo frente a un rival menor (el Santo de Hidra) antes de que el Torneo sea interrumpido por la aparición de Ikki de Fénix.



Su habilidad, heredada de su maestro Camus, consiste en congelar a sus enemigos mediante técnicas que hielan el aire circundante (de hecho, una de las metas de poder del personaje es alcanzar con sus técnicas el cero absoluto, algo que supuestamente ningún Santo ha logrado antes). Hyoga se caracteriza por su aire melancólico y evidente fragilidad emocional tras la máscara firme, algo que de algún modo le vuelve más humano que sus compañeros. Es a raíz de un capítulo especial del manga dedicado a él que se realizó la Saga de Asgard, que no tiene correspondencia sobre el papel. Hyoga es uno de los más fuertes a lo largo de las primeras sagas, aunque después desgraciadamente la evolución del personaje "se estanque": en el quinteto ideal de 5 protagonistas, es una mezcla extraña entre el compañerismo de Shiryuu y el "a su bola" de Ikki, no sabiendo muy bien dónde encajarle. Eso sí, por méritos propios es uno de los mejores personajes del manga. En un punto de la historia, la Armadura de Acuario reacciona a su poder, insinuándose que podría ser el sucesor de Camus.


Shiryuu de Dragón

Protegido por la constelación del Dragón, Shiryuu se entrenó en los Cinco picos de China bajo la tutela de Dohko, el Santo de Libra (aunque él desconozca tal detalle hasta más adelante en la historia). El hito que indicó el final de su entrenamiento fue cuando, utilizando su cosmo, fue capaz de invertir el curso de la cascada de Rozan para que las aguas fueran hacia arriba. Se podría decir que Shiryuu reúne dos de las armas más célebres de la historia: el puño más fuerte y el escudo más duro de todos los Santos (aunque, bendita sea la ley de Murphy, siempre se lo acaban rompiendo). Shiryuu es uno de los protagonistas más afables y reflexivos y el mejor amigo de Seiya de Pegaso (a raíz de varios sucesos que los unieron mucho). Su capacidad de sacrificio por sus camaradas en ocasiones raya lo incomprensible (quizá ayude que todas las técnicas más fuertes que aprendió de su maestro vayan a matarle si las usa. Es que es un kamikaze este muchacho...).

Sus técnicas consisten en dar forma a su cosmo para que se asemejen a dragones, con diferentes grados de poder. Lleva un dragón tatuado en la espalda: el dibujo se vuelve más tenue cuanto más precario es su estado, y se supone que significará su muerte cuando se haya borrado del todo. Es uno de los personajes con más mala suerte de la historia, ya que con recurrencia está al borde a la muerte o queda gravemente herido (sin ir más lejos, se pasa la mitad o más de la historia ciego). Tiene una especie de relación de amistad/amor con Shunrei, una muchacha de China que estuvo a su lado durante todo su entrenamiento y que, a parte de su maestro, es a la única que considera su familia. Utiliza/lleva la Armadura de Libra en tres ocasiones, con lo cual es fácil adivinar que podría ser el sucesor de su maestro Dohko (se confirma en Next Dimension por el propio Dohko de Libra). 


Shun de Andrómeda

Representando a la constelación de Andrómeda, relacionada con la galaxia más brillante de las apreciables desde la Tierra, Shun es uno de los Santos de Bronce más jóvenes y seguramente el más particular de éstos. Lo que sin duda le diferencia de sus compañeros es su modo de ser pacifista, que le lleva a dejarse herir en muchas ocasiones al no ser capaz de infringir daño a sus enemigos (por fin alguien que al menos siente remordimientos por cargarse enemigos...). A diferencia del resto de Santos de Bronce, que luchan con las manos desnudas (al parecer Athenea prohíbe el uso de armas salvo en contadas excepciones), Shun se enfrenta a sus enemigos utilizando la Cadena de Andrómeda, que forma parte íntegra de su armadura. Ésta a su vez tiene dos extremos: uno triangular (ofensivo) con el que ataca a sus enemigos y otro circular (defensivo) que forma una barrera -supuestamente- impenetrable.

En primera instancia debía ir a entrenarse a la Isla de la Reina Muerte, pero su hermano Ikki tomó su lugar y él fue finalmente enviado a la Isla de Andrómeda (lugar ficticio situado cerca de Eritrea) donde entrenó bajo la tutela de su maestro Daidalos de Cefeo (en la mitología griega, Cefeo era el padre de Andrómeda, con lo cual se establece cierto paralelismo). Emulando a Andrómeda (hija de Cassiopea sacrificada a un monstruo marino como ofrenda para calmar a Poseidón), Shun fue encadenado a las rocas a merced de la marea con la única posibilidad de liberarse utilizando su cosmos. No solo superó la prueba (nadie lo había hecho en mil años), sino que además demostró un gigantesco poder al destruir la armadura de su maestro de un sólo golpe, reconociendo que se había contenido al demostrar sus habilidades porque detestaba luchar. Como añadido, Shun ofrece una sorpresa inesperada en la Saga de Hades que, francamente, ¿quién se lo veía venir?

Nos encontramos sin duda ante uno de los personajes más injustamente infravalorados de la historia del manga, tildado de débil cuando en realidad sólo es más afable que sus compañeros. El anime ha hecho mucho en su contra, ya que se repite hasta la infinidad el patrón de que su hermano Ikki tenga que venir a salvarlo (en el manga solo ocurre dos veces). Además, su técnica de la Tormenta Nebular, infalible en el manga, falla en diversas ocasiones en el anime. Por contra, sus méritos son varios. En primer lugar, fue capaz de destruir la Armadura de Plata de su maestro cuando hacía poco o nada que había despertado su cosmos. Fue el único capaz de burlar (que no derrotar) la técnica dimensional del Santo de Géminis, y además es el único que consiguió una victoria íntegra contra un Santo Dorado (Afrodita de Piscis, que vale, no es de los más fuertes ni por asomo... pero algo es algo). Llevó en una ocasión la Armadura de Oro de Virgo, y en Next Dimension, cuando Shaka se le aparece a su predecesor, Shijima, le confirma que Shun es su sucesor (como bien se dice, la coincidencia en el mismo momento de tres Santos de Virgo es algo que no había ocurrido jamás). 


Ikki de Fénix

Siendo al principio un enemigo y luego un inconstante aliado, Ikki es el más poderoso e independiente de los Santos de Bronce. Tal y como la constelación que le da nombre, tanto él como su armadura renacen de las cenizas cual ave fénix, siendo la Armadura del Fénix la única con la habilidad para regenerarse por sí sola (aunque en ocasiones necesite reposar cerca de un volcán para ello), algo que ni siquiera las Armaduras Doradas pueden hacer. Del mismo modo, es prácticamente imposible derrotar a Ikki porque regresa una y otra vez (en ocasiones, francamente, sin demasiada coherencia espacio-temporal xD). Aunque su ataque básico tiene como base el fuego, su técnica más poderosa consiste en sumir a sus enemigos en una ilusión letal que les sumerge en sus peores pesadillas, paralizando a la vez el sistema nervioso.

Ikki es el hermano mayor de Shun de Andrómeda (aunque se parezcan como un huevo a una castaña), y se ofreció a ir en su lugar a la Isla de la Reina Muerte para protegerle de aquel funesto destino. Allí fue entrenado de forma cruel por un enmascarado que pretendía insuflar en él el odio hacia el resto del mundo por la suerte que le había tocado. La hija de éste, Esmeralda (extremadamente parecida a su hermano), fue el único apoyo de Ikki durante aquellos duros seis años, pero fue asesinada por accidente durante uno de sus entrenamientos. En un arranque de cólera, Ikki mató a su maestro y se proclamó jefe de la Isla, poniendo posteriormente a su disposición a los Santos Negros, que le siguieron fielmente. Los otros cuatro protagonistas consiguieron traerle de vuelta, aunque la mayoría de veces Ikki va a su aire y solo aparece cuando sus compañeros realmente le necesitan. Su evolución a lo largo de la historia es loable, perdiendo poco a poco el resentimiento por lo que sufrió de niño gracias al cariño de su hermano y amigos. Un personaje de lo más polifacético e interesante, además de -al parecer de la mayoría del fandom- el Santo de Bronce más poderoso. Llevó en una ocasión la Armadura de Oro de Leo, pudiendo interpretarse como el heredero de Aioria. 


Saori Kidô

Saori es la nieta de Mitsumasa Kidô, que se hizo cargo de alrededor de cien huérfanos para entrenarlos y así conseguir que se convirtieran en guerreros dignos de portar las Armaduras de los Santos de Athena. Pronto en la historia se descubre que Saori es la reencarnación de la propia diosa Athena, y que por tanto el deber de todos los Santos es protegerla. El Patriarca del Santuario en Grecia, no obstante, se niega a reconocerla como tal y envía a varios secuaces a matarla a ella y a los Santos de Bronce que están de su lado. Saori es al principio una muchacha egoísta y consentida, tratando a los Santos como a sus sirvientes, aunque pronto se da cuenta de que ellos han nacido para protegerla y lo menos que les debe es respeto y amabilidad. Tal como la Athena de la mitología griega, Saori no es una diosa guerrera sino una estratega (algo cuestionable, pero es así), no tomando prácticamente nunca parte en la lucha activa y enviando a sus Santos a pelear en su lugar. A pesar de ello, no son pocas las veces en las que sacrifica su propia vida por la de la humanidad, comportándose de forma valiente y serena en pos de la paz. Su cosmo es ampliamente superior al de cualquier Santo, y los de Bronce son sus más allegados por haber creído en ella desde el principio, por lo que a menudo incrementa sus cosmos con el suyo propio.


Santos de Oro

En el rol de personajes secundarios de oro (nunca mejor dicho) sin duda hay que destacar a los Santos Dorados, que han llegado a ser incluso más queridos que los propios protagonistas debido a sus figuras misteriosas y a su impresionante puesta en escena. Se trata de los 12 Santos que custodian las Casas del Zodiaco que siembran una interminable escalera que culmina en las estancias del Patriarca y posteriormente en el Templo de Athena, donde se supone que reside la diosa. Cualquiera que quiera llegar hasta Athena, independientemente de quien sea, debe derrotarlos a todos y cada uno de ellos (o al menos que le permitan el paso por su Casa).


En orden zodiacal: Mû de Aries, Aldebarán de Tauro, Saga de Géminis, Máscara de Muerte de Cáncer, Aioria de Leo, Shaka de Virgo, Dokho de Libra, Milo de Escorpio, Aioros de Sagitario, Shura de Capricornio, Camus de Acuario y Afrodita de Piscis. 
  • Mû de Aries: reconocido como unos de los Santos más poderosos, Mû vivía no obstante aislado en las montañas de la India al ser reacio a obedecer las órdenes del Patriarca, al que creía (acertadamente) corrupto. En aquel lejano lugar es donde se dedicaba a reparar las armaduras que así lo requirieran mediante poderosas artes mágicas (reparó en varias ocasiones las Armaduras de Bronce). Su aprendiz, Kiki, ha ayudado a Seiya y sus compañeros en gran cantidad de aprietos (en especial en la Saga de Poseidón). Fue el primero en sospechar de las intenciones oscuras del Patriarca, y dejó pasar impunemente a los Santos de Bronce por la Casa de Aries. 
  • Aldebarán de Tauro: de carácter jovial y generoso, Aldebarán puede ofrecer una imagen errónea debido a su aspecto enorme e intimidatorio. Aún así pronto muestra su faceta divertida e incluso sensible con las cosas frágiles. Su poder consiste en potentes explosiones de energía que genera, aparentemente, sin mover un solo músculo. 
  • Saga de Géminis: siempre dejándolo en el misterio, se trata con total seguridad de uno de los Santos Dorados más poderosos (sino el que más... yo lo pondría por encima de todos al nivel de Shaka de Virgo), capaz de jugar con la realidad y el espacio-tiempo e incluso de controlar su armadura a distancia.
  • Máscara de Muerte de Cáncer: el más despiadado y cruel de los Santos de Oro, tiene tapizadas las paredes de la casa de Cáncer con los rostros de aquellos a los que ha asesinado. Su poder es terrible, siendo el único capaz de entrar y salir libremente del Yomotsu, la colina donde las almas de los fallecidos se preparan para caer al Más Allá. 
  • Aioria de Leo: hermano menor de Aioros de Sagitario, ha tenido que vivir durante años señalado por ser el hermano del supuesto "traidor" a Athena. No obstante, es uno de los primeros en cuestionarse lo ocurrido y pronto tomará parte en la lucha de parte de los Santos de Bronce. Sus ataques consisten en utilizar diversos tipos de relámpagos de gran energía para fulminar a sus enemigos. Es el protagonista principal del manga precuela Saint Seiya: Episodio G.
  • Shaka de Virgo: conocido dentro del Santuario como "el más cercano a Dios", está más o menos asumido que es uno de los Santos más poderosos de los 12 (junto a Mû y Saga). Shaka se empapó desde su más tierna infancia con las enseñanzas de Buda, filosofía que le enseñó a ver el mundo con otros ojos. Posee una de las técnicas más terribles conocidas en el universo de Saint Seiya, que quita los cinco sentidos a sus enemigos. Siempre está con los ojos cerrados, y se dice que cuando los abre todos los que estén bajo su mirada deben morir.
  • Dohko de Libra: el anciano Dohko entrenó a Shiryuu del Dragón en las montañas de China, siempre manteniendo en secreto su identidad. La Armadura de Libra tiene la peculiaridad de estar formada por 12 armas distintas que los Santos de Athena pueden utilizar siempre que el Santo de Libra lo permita y sea estrictamente necesario. Guarda alguna que otra sorpresa de lo más agradable en la Saga de Hades (para los que conozcan la historia, sabrán perfectamente a qué me refiero).
  • Milo de Escorpio: orgulloso y fiel a su deber y principios, Milo es uno de los pocos Santos de Oro que posee un poder mínimamente relacionado con su constelación protectora. Siguiendo la estela de Escorpio, golpea con pequeñas y dolorosas agujas venenosas a sus enemigos en los puntos equivalentes a las estrellas principales de su constelación para dejarlos fuera de combate. Asegura que su golpe final (conocido como "Antares", la estrella más brillante de la constelación de Escorpio) no ha sido resistido por nadie. Siempre ha sido mi favorito.
  • Aioros de Sagitario: asesinado por Shura de Capricornio antes de los acontecimientos de la historia, se le acusó de traición por intentar matar a la reencarnación de la diosa Athena cuando era un bebé, aunque poco a poco su auténtica historia se va desvelando. La armadura de Sagitario, guiada por su conciencia, ha protegido a Seiya de Pegaso durante muchas situaciones desesperadas.
  • Shura de Capricornio: proclamado como el más fiel servidor de Athena (en el anime), ésta le obsequió en una vida anterior con la espada sagrada Excálibur, que reside en su brazo derecho y de la cual se dice que puede cortar cualquier cosa. Respecto a Shura, hay un dicho que es un poco una burla: "un santo español con nombre japonés que protege a una diosa griega con una espada británica"Olé sus cojones. Es el único Santo que ha conseguido transmitir directamente una técnica propia a otro. 
  • Camus de Acuario: fue el maestro de Hyoga del Cisne y demuestra un gran cariño por él a lo largo de la historia. Su técnica, que ejecuta imitando el gesto de la constelación de Acuario vertiendo agua de una vasija, congela a su enemigo casi al nivel del 0 absoluto (-273 ºC), siendo hasta la fecha aquel que más se ha acercado a dicho límite. Siguiendo la filosofía de los Santos de hielo, Camus se muestra aparentemente frío e impasible, aunque enseguida deja ver el alma piadosa y emocional que hay debajo. 
  • Afrodita de Piscis: es un santo de lo más orgulloso y apodado como "el más hermoso de los 12" (según los cánones japoneses, claro). Su filosofía es que el fin siempre justifica los medios, de modo que si la matanza sirve para mantener la paz, pues a él ya le está bien. Su poder es manipular todo tipo de rosas con poderes destructivos (sangrientos, en su mayoría) para consumir poco a poco a su enemigo. Como añadido, la distancia entre la Casa de Piscis, la última de las 12, y las estancias del Patriarca están cubiertas por un campo de rosas sembradas por Afrodita cuyo aroma envenena a cualquiera que se adentre en él. 


SAGAS


Saint Seiya (al menos el anime) se compone de 4 sagas principales dependiendo del enemigo principal al que se enfrentan los 5 protagonistas: 
  • Saga del Santuario: inicia con el momento en el que Seiya consigue la Armadura de Pegaso. Engloba la lucha inicial contra Ikki y los enfrentamientos contra los Santos de Plata enviados por el Patriarca. Incluye a su vez la que sin duda es la más célebre parte de toda la historia: la odisea de los Santos de Bronce al cruzar las 12 Casas del Santuario, enfrentándose a los Santos Dorados, para salvar la vida de Athena. 
  • Saga de Asgard: interludio a raíz de un especial del manga basado en Hyoga del Cisne. En esta saga (exclusiva del anime) los Santos de Bronce se enfrentan a los guerreros de Asgard, personajes salidos de la mitología nórdica. El enemigo final es Hilda de Polaris, Sacerdotisa del dios Odín poseída por una misteriosa fuerza oscura. 
  • Saga de Poseidón: el dios de los mares, reencarnado en un joven llamado Julián Solo, se enamora de Athena y la secuestra para llevarla en su castillo de las profundidades marinas. Al mismo tiempo libera una lluvia perpetua sobre el planeta que acabará con toda la especie humana. Los Santos de Bronce deberán rescatar a Athena, derrotando a los Siete Generales de Poseidón, antes de que el mar cubra el globo y Athena muera como consecuencia. Por alguna razón, es con la que más disfruto.
  • Saga de Hades: los 108 Espectros de Hades reviven tras dormir desde la Guerra Santa del siglo XVIII. El poder del dios de la muerte trae de nuevo a la "vida" incluso a varios Santos Dorados que lucharon del lado de Athena. En esta aventura, sin duda la más peculiar y peligrosa de todas, los Santos de Bronce descenderán a las profundidades del Averno para enfrentarse al mismísimo Hades, reencarnado en un insospechado contenedor, perdiendo a muchos y valiosos aliados en el proceso. 
Hades y los dioses gemelos Hypnos y Thanatos
La continuación oficial de la Saga de Hades es el manga Next Dimension, actualmente en publicación, donde coinciden las líneas temporales de la actualidad y del siglo XVIII (la misma que en The Lost Canvas, una alternativa que no tiene nada que envidiar al original, por cierto). No se sabe si algún día Next Dimension se adaptará al anime (los rumores dicen que si la película de 2014 tiene éxito, es probable que sí). Recemos para que así sea. 



OPINIÓN PERSONAL

Como ya dije antes, es uno de los animes clásicos a los que vuelvo una y otra vez, y lo cierto es que lo merece. Que sí, que la historia tiene sus fallos, algunos argumentales que no pueden pasarse por alto. Como que el tiempo no parezca pasar para algunos personajes (nota sino a los flashbacks de 13 AÑOS atrás de Shura de Capricornio o Saga y Kanon de Géminis, donde están exactamente igual que en el presente). Con las edades de los protagonistas es lo mismo: nadie se cree que Seiya tenga 13 años o Ikki 15 (como mínimo 18 cada uno). O que los Santos de Bronce tengan que cruzar una a una las Doce Casas y después Cassius y Marin llegan a donde les da la gana de esos puntos sin tener que pasar por las Casas previas. Algunos también la acusan de repetitiva: que si Shiryuu siempre acaba gravemente herido y con su escudo roto cuando se supone que "es indestructible", que Shun siempre sea salvado por su hermano Ikki (de nuevo solo en el anime), que todas las sagas tienen como patrón que los Santos de Bronce deban derrotar a una serie de enemigos para salvar a Athena, etc.



No obstante, sus virtudes superan a sus incoherencias/fallos. Kurumada hace un uso fantástico de la mitología clásica en todos y cada uno de los Santos y detalles que aparecen en su obra, fruto de haber realizado una profunda investigación no solo de los mitos helénicos sino también del folclore oriental. Muestra de ello son las múltiples referencias que va dejando caer a los mitos con cada armadura, cada ataque que va pasando por sus páginas. Muchos dicen que la precuela, The Lost Canvas, es mucho mejor (coincido en algunos puntos, aunque es más bien porque es reciente y la visión del manga/anime ha cambiado mucho en estos casi veinte años), pero es que ése manga jamás hubiera visto la luz sin la base de Kurumada, que diseñó uno a uno los personajes, sus armaduras y el mito y el mundo que los envuelve.


Marin de Águila, maestra de Seiya
Una cosa que me mosquea, aunque justificada en el marco de la historia, es el tratamiento que se da a las mujeres (a parte de Saori, claro está). Hay Santos femeninas (Marin de Águila y Shaina de Ofiuco son las más importantes), pero para servir a Athena deben llevar el rostro perpetuamente cubierto con una máscara para "liberarse de su feminidad" (quizá es una mención a las antiguas amazonas, que en la mitología se cortaban o quemaban el pecho derecho para ser mejores arqueras o lanceras). Si un hombre ve a la Santo sin máscara, ella tiene dos opciones para preservar su honor: matarlo o enamorarse de él. Me parece un tanto "machista" que las Santos femeninas se vean sujetas a estas restricciones para equipararse a sus compañeros varones, aunque todo era por mandato de Athena (se decía que era una diosa bastante celosa). Eso sí, en la serie no siempre lo siguen al pie de la letra (algunas como Shaina o June de Camaleón se muestran sin máscara ante sus compañeros de confianza y "aquí no ha pasao na'").

Un@ se encariña rápidamente con los protagonistas (¿quién no ha jugado en su infancia a ser un Caballero del Zodiaco?) y no puede dejar de maravillarse ante figuras como son los Santos Dorados. Estoy totalmente de acuerdo en que es un anime bastante violento que puede no ser apto para todos los públicos (la cantidad de sangre que pierden algunos, como Shiryuu, por ejemplo, escandaliza como mínimo), pero eso no es necesariamente malo al no tratarse de violencia gratuita. La trama ofrece un sinfín de buenas enseñanzas, destacando por encima de todas ellas el poder de la amistad y el cómo ése sentimiento puede lograr cosas increíbles. Desde luego, la entrega que los 5 protagonistas se profesan entre ellos despierta ternura y admiración a cada instante.



Hasta el año que viene, chicos, cuando os vuelva a revisionar :3

Publicado por primera vez en noviembre de 2013