Todas las hadas del reino
Laura Gallego
A pesar de lo fan que soy de Laura Gallego, la economía no me permitió adquirir su obra más reciente cuando salió. Y el otro día me pasé por la biblioteca y me la encontré allí: un ejemplar prácticamente nuevo. De hecho he sido la primera persona en cogerlo de la biblioteca. Y me lo he ventilado en dos días (haciendo muchas cosas entre medias, claro).
Camelia es un hada madrina; una de las mejores, además. Vive en un mundo donde las hazañas de héroes y princesas a menudo van acompañadas de la ayuda de hadas, habiendo participado personalmente en muchas de esas leyendas. Siendo una criatura inmortal que no envejece, empeña su tiempo y su poder en hacerse cargo de multitud de ahijados a los que encamina, con ayuda puntual de la magia, para que consigan sus sueños y objetivos. Algo nada fácil en una tierra fragmentada de reinos donde los linajes y las gestas son de suma importancia.
A veces Camelia apenas tiene tiempo para respirar. Cuidando de una princesa encerrada en una torre, dos mellizos caprichosos, un príncipe indeciso incapaz de encontrar esposa, un desdichado héroe que quedó convertido en piedra, una niña explotada por su desagradable familia adoptiva... Lo último que necesita es que su amiga, Magnolia, le ceda a su más reciente ahijado. Éste es Simón, el hijo de un porquero que ha ido a poner sus ojos ni más ni menos que en la princesa heredera del reino de Vestur. ¡Sin ser un príncipe ni un héroe!
Camelia hará todo lo posible por ayudar a Simón a conseguir el amor de su vida. No obstante la deserción de Dalia, un hada amiga que se ha cansado de los humanos, la llevará a replantearse cosas. Y tal vez en su búsqueda y en la multitud de problemas que le acarrean sus ahijados descubra una cara menos amable de los seres humanos a los que tanto disfruta ayudando.
Buff. No sé por dónde empezar...
Me ha parecido un claro ejemplo de "quien mucho abarca, poco aprieta". Es loable que la autora haya querido incluir referencias a tantos cuentos clásicos (la mayoría de los hermanos Grimm) que todos reconoceremos. Pero el resultado ha sido que alude a tantos que no se profundiza demasiado en ninguno. Me ha gustado y no a la vez el hecho de querer "reconvertir" esas historias: obviamente está bien hecho, pero no es algo que no hayamos visto antes (con cosas como Stardust, Once Upon a Time, Maléfica... que no son de hace muchos años). La sensación de dejà vu en las historias es algo que me molesta más y más con el tiempo, aunque aquí por supuesto está hecho con intención.
Hay personajes como Camelia o Ren (ojo a éste último, en mi opinión el más conseguido del libro) que los quieres sí o sí. También a Rosaura, ya puestos. Otros, aunque te puedan caer simpáticos, se te hacen más anodinos (como Simón o Felicia, por ejemplo). Mención al grupo de hadas, en especial Lila y Gardenia. Y al Duque Blanco, por qué no.
Si bien el giro argumental central es interesante... es muy (demasiado) deus ex machina. Podría haber mil maneras de llevar algo así, y entiendo el golpe de efecto que quiere provocar, pero la ausencia de un desarrollo que lleve a ese momento lo hace, para mí, inverosímil. Implica un cambio de actitud muy grande que no es coherente con el carácter del personaje implicado. Por mucho que me guste lo que sucede después de este punto de inflexión, ése detalle me lastra todo el resto del libro.
A pesar de todo, sigue siendo Laura Gallego. Conserva ése toque agridulce tan suyo y el poder de transportarte a mundos que no existen con una narración prodigiosa. La prosa es sublime, con diálogos frescos que te arrancan sonrisas espontáneas. También lo deja todo tan bien hilado al final que no queda absolutamente ningún cabo suelto, lo cual es muy loable.
Consigue mantenerte en tensión en los últimos capítulos del libro. Había cosas que no me las vi venir; otras, como los afectos de algunos personajes, sí eran (¿intencionadamente?) evidentes. Te lleva a odiar personajes que querías y te cuestionas la lealtad de otros. Bravo. Aunque termina con otro deus ex machina, lo cierto es que es un final tan redondo dentro del contexto de la historia que me da igual.
Por supuesto, pienso comprármelo cuando salga en edición de bolsillo (¿ha salido ya?).
Hay personajes como Camelia o Ren (ojo a éste último, en mi opinión el más conseguido del libro) que los quieres sí o sí. También a Rosaura, ya puestos. Otros, aunque te puedan caer simpáticos, se te hacen más anodinos (como Simón o Felicia, por ejemplo). Mención al grupo de hadas, en especial Lila y Gardenia. Y al Duque Blanco, por qué no.
Si bien el giro argumental central es interesante... es muy (demasiado) deus ex machina. Podría haber mil maneras de llevar algo así, y entiendo el golpe de efecto que quiere provocar, pero la ausencia de un desarrollo que lleve a ese momento lo hace, para mí, inverosímil. Implica un cambio de actitud muy grande que no es coherente con el carácter del personaje implicado. Por mucho que me guste lo que sucede después de este punto de inflexión, ése detalle me lastra todo el resto del libro.
A pesar de todo, sigue siendo Laura Gallego. Conserva ése toque agridulce tan suyo y el poder de transportarte a mundos que no existen con una narración prodigiosa. La prosa es sublime, con diálogos frescos que te arrancan sonrisas espontáneas. También lo deja todo tan bien hilado al final que no queda absolutamente ningún cabo suelto, lo cual es muy loable.
Consigue mantenerte en tensión en los últimos capítulos del libro. Había cosas que no me las vi venir; otras, como los afectos de algunos personajes, sí eran (¿intencionadamente?) evidentes. Te lleva a odiar personajes que querías y te cuestionas la lealtad de otros. Bravo. Aunque termina con otro deus ex machina, lo cierto es que es un final tan redondo dentro del contexto de la historia que me da igual.
Por supuesto, pienso comprármelo cuando salga en edición de bolsillo (¿ha salido ya?).
3,5/5
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